El evangelio: El
anunciamiento de la verdad
Amados amigos en este mundo sea Dios bendiciéndolos a todo
tiempo y sea el guardándolos con sus alas.
Hemos oído, hemos leído y seguramente hemos entendido lo
principal de lo que Dios nos quiere decir a través de su santa palabra. Lo más
importante que él nos quiere enseñar es sobre la Salvación y el reino de Dios. El
evangelio se puede traducir del griego al español y significa “buenas nuevas”.
Lo básico que hemos aprendido durante estos 4 meses es que Cristo paso humillaciones,
sufrimientos, fue azotado, lo escupieron, lo clavaron a la cruz del calvario y
se murió por nuestros pecados. Todo esto sucedió solamente para que nosotros
fuéramos salvos, libre de todo pecado y
libre de nuestras dolencias, como 700 años A. C, fue
anunciado a través del profeta Isaías “Ciertamente llevó él nuestras
enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por
herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por
nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos
nosotros curados.” Isaías 53:4,5.
También hemos aprendido sobre las diferentes promesas de
Dios, por ejemplo que él nos toma bajo sus alas y nos protege o que él es
nuestra luz que alumbra las tinieblas. Es interesante que en solo leer un
Salmos recibimos la enseñanza de cómo Dios nos tomo de nuestras manos, nos
guarda y nos guía. Son miles
de promesas en cuales Dios está
totalmente dispuesto de cumplirlas cuando nosotros somos fieles a él.
Justamente aquí está el problema, sabiendo que Dios en muchas
ocasiones ha enseñado su bondad y misericordia en nuestras vidas aunque a veces
ni creemos en el, nosotros nos alejamos rápidamente del Camino que es Cristo. Estoy
seguro que muchos de ustedes han sentido el llamado de Dios para ser salvos,
pero de repente ponemos la confianza en otras cosas, que nos apartan del
verdadero Evangelio de Dios. Hay algo muy importante que aprender, pero antes
les pregunto ¿Existe otro evangelio? La respuesta es no. Yo use la palabra
“verdadero” para aclara que Jesús es el camino y la verdad y la vida (Juan 14:
6). Entonces solo a través de Jesús somos salvo porque él es la verdad y
el único que nos saca del la muerte del
pecado y nos puede dar la vida eterna. La palabra verdad nos indica que no hay
nada fuera de él porque de él todo fue hecho. Por esto no hay otro evangelio,
ni ideologías cuales pretenden que son inspiradas por Dios. La misma palabra lo
declara, “yo soy la verdad”.
El Apóstol Pablo nos confirma esta enseñanza en Gálatas 1: 7
“No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el
evangelio de Cristo.” De esta palabra podemos aprender 3 puntos como el
mundo ha logrado de alejarse de la Verdad.
- Sino que hay algunos: Esta frase nos da la respuesta que es el hombre, en este caso varios y no Dios, que trata de crear nuevas u otras “verdades”.
- Que os perturban: Estas diferentes doctrinas sobre Dios o dioses trata de manipular y perturbar al ser humano para alejarlos de la verdad que es Cristo.
- Quieren pervertir el evangelio de Cristo: el evangelio que nos lleva al conocimiento de la salvación del alma, quiere ser manipulado, el hombre trata de manchar con escrituras inventadas la santidad que Dios nos enseña a través del evangelio de Cristo.
Algo muy importante que podemos aspirar de este versículo es, que todos tratan de imitar o cambiar de
algo que ya exista, ósea la verdad: Existe un Dios y existe la salvación del
alma, pero nunca se cambia este
fundamento. ¿Porque? Porque es la verdad, la única que exista, las otras cosas
solo son hechas para perturbar a la gente y pervertir el evangelio de
Cristo. La verdad que es Cristo nunca se
puede cambiar, es un fundamento firme e indestructible.
Profundicemos esta análisis en leer Lucas capitulo 10 verso
1 “ De cierto, de cierto os digo: El
que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra
parte, ése es ladrón y salteador. “ Pongamos mucha atención de lo que la
palabra de Dios nos quiere decir con “sino sube por otra parte”, nos damos
cuenta que existen otras creencias que tratan de entrar al reino de Dios, usando sus
ideólogas como enseñanza y
doctrinas contándonos de cómo se puede
concebir la salvación pero estos son declarados como “ladrones y salteadores” Entonces
el ladrón son nuestras creencias, nuestros propias imaginación de cómo se puede
entrar al reino de Dios. Entonces les pregunto
¿Quién es la puerta por donde las ovejas, (nosotros) pueden entrar al
redil, (el reino de Dios)?
En el verso 9 nos dice: “Yo soy la puerta; el que por mí
entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.” Esto dijo Jesús a sus discípulos dejándonos saber que solo a
través de él, que es la verdad, podemos entrar al reino de los cielos, ser
salvos y salimos a recibir el alimento de parte Dios, que nos llena y nos
sustenta. ¿Cómo conocer de que
Jesucristo es la única puerta que nos lleva a la salvación? A través de Su
escritura, el evangelio de la paz y no es escrito de hombre, ni es un invento
de él, sino es revelación de Jesucristo, el Señor de señores. Gálatas 1: 11/ 12
dice: “Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es
según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino
por revelación de Jesucristo.” Pablo reconoce
que toda su esperanza lo puso en el
evangelio de Cristo, cual hemos oído muchas veces, no es dada por hombre, no es
una revelación de carne y sangre sino es “revelación de Jesucristo”.
No crean que el pensamiento de que el evangelio es invento
de hombre es una discusión que solo se observa en la actualidad, cuando Jesús
vino a la región de Cesárea de Filipo, el pregunto a sus discípulos que ¿de
quién ellos sabían que él es el hijo del hombre (un titulo aplicado de Jesús a
el mismo), en otras palabras el Cristo ( griego: ungido). Unos respondieron que
lo sabían por algunos profetas del antiguo testamento pero al preguntar Jesús otra vez, Pedro dijo: “Tu eres el Cristo, el
hijo del Dios viviente.” y Jesús respondió: “Bienaventurado eres, Simón, hijo de
Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los
cielos. “
Vemos un punto muy importante en la palabra de Dios que se
presenta en la actualidad, es la incertidumbre
que el Padre Celestial es él quien estableció Su palabra y no el hombre.
Es Dios quien nos hace reconocer que existe un Dios viviente y Su hijo
es el Cristo, quien resucito de los muertos para que nosotros podemos ser
salvos y entrar a la puerta del reino de Dios. Pedro no lo dudo, aunque
seguramente sabia que Jesús fue anunciado a través de varios profetas hasta que
al final fue declarado como
bienaventurado.
Es interesante que Cristo nos considere como dichoso solo
porque reconocemos que él es nuestro Salvador, cuando tenemos fe que la palabra
de Dios es la verdad anunciada por medio
del evangelio y es poder de Dios porque
es palabra que nos enseña que Jesucristo es quien “quito la muerte y saco a luz
la vida y la inmortalidad por el evangelio.” (2 Timoteo 1: 10). Solo a través del
evangelio podemos entender el poder de
Dios que nos saca de la muerte y nos da vida eterna. Esta promesa no es un
cuento antiguo, no es una creación de la sociedad de aquel tiempo que en la
actualidad ya no existe, es la verdad y ella no es carne, ni sangre, no puede
ser derrotada por el tiempo está pasando, ni puede ser destruida por el hombre,
“Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como
flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la
palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el
evangelio os ha sido anunciada. (1 Pedro 1: 24- 25)
Amigo, el evangelio es poder de Dios, que transforma,
edifica y lo más importante nos enseña que tanto nos ama Dios que mando a su hijo
Jesucristo a morir por nuestros pecados y resucito para que a través de él seamos salvos de toda
maldad. Por la gracia de Cristo nosotros podemos conocer la inmortalidad de la
vida. Acepten a Cristo como tu único Salvador para ser salvo y bendecido por Su
amor y gracia.
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