Amar
a los que te rechazan
Oísteis
lo que fue dicho:
“Amaras
a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo”, Que cierto es esta palabra, si la
aplicamos a nuestras vidas, nos damos cuenta que tan fácil es ayudar a alguien,
quien también está dispuesto a ayudar nos en cualquier situación.
Es
fácil escuchar a una persona, que siempre está atento a nuestras palabras.
¿Pero quién quiere escuchar y aconsejar a alguien, quien nos critica 24 horas
al día? Sinceramente hay que admitir que es nuestra naturaleza humana que nos
impulsa a lastimar a las personas que nos están haciendo daño y actuamos instintivamente,
planificando un contraataque.
Pero
Jesús dice: “Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced
bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen”.
Amar, bendecir, hacer bien y orar…4 acciones, cuales las cumplió Jesucristo con
excelencia solo para que seamos salvos de la muerte causada por el pecado. Lo
que Jesús hizo fue, ceder. ¿Imaginémonos lo que pasaría si cedemos en una pelea
verbal o físicamente? Paramos la pelea y el enojo se convierte en paz.
Amigo,
piensa primero “al pelear con los que les aborrecen”, puede dañar personas
inocentes, que no tienen que ver nada con este asunto. Jesús nos enseña amar a
los que nos rechazan y ceder para secar la semilla de odio, que quiere germinar.
Aceptan a Jesús en sus corazones y reciban el amor eterno para amar, bendecir,
hacer bien y orar para ellos que los odian. Amen
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